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Navidad – Relato Erotico

RELATOS ERÓTICOS

Navidad

El año pasado celebramos el inicio de año muy muy apasionados era la inauguración de un amigo en común y estábamos todos los amigos/as bastante tocados por el alcohol. Lo habitual en estos casos suele ser el tonteo y como no la excitación y desinhibición sexual!

Aun no recuerdo el momento exacto ni cómo surgió, lo que si que me viene a la cabeza es el momento en que te veo ir al baño y pienso en ir. Pero, no me atreví.

La siguiente escena, fue que yo estaba en el baño y cuando salía tu estabas fuera esperándome para entrar y me empujaste para dentro, me besaste con frenesí, me levantabas el vestido, me movias el tanga para un lado y me penetrabas. Fue de película!

Pero, ahí no acabó todo, por supuesto que no, había ducha en el baño…

Nos desnudamos mientras iban tocando la puerta del baño y escuchábamos nuestros nombres desde dentro. Nos decían que saliéramos, que éramos unos guarros -envidia cochina- en la ducha te agachaste y me buscaste el clitorís, me pasaste la lengua por todo él. Yo, tonta de mi, vigilando de no mojarme el cabello- una cosa es que sospechen que lo estamos haciendo y otra es que se demuestre que lo hemos hecho en la ducha- así que, me dejé llevar mientras me comias el coño, mientras me cogías los muslos con tus manazas y me abrias las piernas.

Me sorprendió que me sacaras de la ducha, para ponerme con la pierna subida en el váter y así desde atrás penetrarme, qué placer! Que gusto! Me encanta que seas un poco más alto que yo. YO de puntitas y gozando en el baño de nuestro amigo en la cena de Navidad! Mejor imposible!

Luego me cogiste y me dejaste y yo te dije que aun no habíamos acabado. Lo senté en el váter y me senté encima de él. Me toqué un poco el clitorís, metí su pene dentro de mi hasta satisfacerme de placer. En cuanto se corrió, lo dejamos “correr” y me fui dejándolo a él en el baño.

 

En el Bosque

Me fui de excursión con un amigo a la playa, aquel día decidió dar mas vuelta de lo normal, en vez de ir por la autovía, pasamos por la carretera secundaría que cruzaba la montaña.

Cuando volvíamos, volvió por el mismo camino. De repente paró el coche y dijo que tenía que mear. Aproveché para hacer lo mismo.

En cuanto acabé, miré a mi alrededor para comprobar que no había nadie. Y allí estaba él mirándome, sin hacer nada de ruido detrás del árbol. Le dije que se acercara. Vino. Le pregunté si lo había hecho alguna vez en el bosque.

-No, pero si tú me dejas…

– Hasta dónde estás dispuesto a llegar?

– Hasta donde  me permitas.

– De momento te permito que te acerques y que me rodees con tus brazos, que me quites la camiseta.

– Así te va bien – suavemente deslizaba mi camiseta de tirantes hacia arriba, hasta dejar al descubierto mis senos. No suelo utilizar la parte de arriba del bikini en la playa. Me encanta provocar.

– Sí, así me va bien, pero ups!, y los shorts que?, no crees que me molestan?

– mmm, aun no te los voy a quitar -y mientras me cogía por el pelo y me hacía agacharme hasta poner su polla en mi boca- chúpamela.

– Te crees muy machito?, te la chuparé, pero luego me vas a tener que comer el coño hasta que me corra.

– De acuerdo, pero primero tu me la vas a comer enterita y me correré en tu hermosa cara.

– mmm… me encanta comerte la polla, con este sabor saladito. Me pones tan cachonda. Tócame.

Notaba todo su glande engrandecerse dentro de mi boca, toda su potencia en el falo, todo ese pene tan recto, tan elevado, me encanta.

Ahí viene, córrete! Córrete en mi !

En cuánto se corrió, me dio la vuelta , me  hizo apoyarme en el árbol y de espaldas a él me iba lamiendo el culo, pasaba toda su lengua por mis ano, por mis nalgas, por mi coño. Dios! Que placer!, me metía los dedos, los movía, me chupaba, me absorbía, me corría…

 

Huracán

¿nunca has estado en mitad de un huracán en el Caribe?

Pues yo sí, estuve 15 días en mitad de una gran tormenta que luego se convirtió en Huracán, en el peor, hasta la fecha, de la História de México.

Allí conoci a muchos mejicanos guapos y feos, pero había uno en el hotel que estaba tremendamente buenorro. De esos que dices:

– dios mio como te follaría!

Pero, claro está, cómo se iba a fijar en mi, una españolita normalita. Eso sí muy cachonda J

El día que llegó el huracán, era el día que tenia una excursión programada, la cual se anuló y tuvimos que quedarnos casi 7 días mas. Así que no había nada mas que bloquear la entrada de la habitación con toallas, precintar las ventanas y cerrar todo. Provisionarnos de comida y por supuesto tener al alcance mi juguetito, para desestresarme, claro está.

A los dos días, había amainado el viento y nos trajeron comida los trabajadores del hotel a todos los huéspedes que estábamos allí.

Esa noche, decidí darme un baño, estaba nerviosa y no podía dejar de pensar en tonterías – ya sabeis, las mujeres siempre pensamos y analizamos todo- así que, llené la bañera de agua calentita, cogí sales de baño, toalla y envuelto en esta mi juguete.

Me introducí dentro de la bañera, me encanta notar el agua caliente en mi coño, notar como se dilata por el calor, notar como se mete el falo del vibrador y notar esa rotación de las perlas en la entrada de la vagina.

  • Toc Toc
  • ¿han tocado la puerta?- pensé yo.
  • Toc toc
  • Sí, han tocado la puerta. Joder, no podía ser en otro momento- volví a pensar yo.
  • Hay alguien?, señorita? Está aquí?
  • Joder! Joder! – el buenorro está en mi habitación!!, pensé.
  • Sí, estoy en el baño. Ahora salgo.
  • No, no hace falta, ya me voy y vengo luego.
  • No, tranquilo- ya estoy fuera, con mini toalla- dime que querías?
  • Bueno, es que, estábamos averiguando si están los huéspedes bien y perdone. También decirla que se le vé – y me señala ahí en mi chochito! – se le vé…
  • Joder!, perdona, pensaba que me ibas a follar, perdón! No quería decir eso.
  • Bueno, si a usted le apetece.
  • Perdona??!!!
  • Que me encantaría ponerla mirándo para España!
  • Perdona???!!!!
  • Tiene problemas de oído??
  • Qué!!???
  • La he ofendido??!!, pensé que le gustaba y que por eso salió con esa mini toalla y bueno, disculpe.
  • Ven!
  • Qué?!
  • Ven! Y – le cojo de la mano y separo uno de sus dedos- métemelo. Hasta el fondo.

Veo como su pene aprieta el pantalón. Dios mio y sigue creciendo!

Un mejicano de 1.90cm no es habitual de ver, pero un pollote tan descomunal tampoco. Así que hay que aprovechar la ocasión.

Cogí un preservativo y le dije:

  • Fóllame! Cógeme! O como quiera que se diga aquí!
  • Lo que usted diga señorita!
  • Así, así, ay dios mio! Me encanta! Si si

 

Que mas puedo decir al respecto, se quedó conmigo 5 horas, impresionante como aguanta el chico sin correrse, impresionante esas espaldas. Que dedos!, que polla!!, gordita, grandecita, aunque la circuncisión no le hubieran ido nada mal. Y pienso yo:

Si la tuviera hecha, sería mas grande todavía? Síiii

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Laura Vera

Laura Vera

Master in Sexology from Institute of Sexology in Granada, Spain. I like to learn everything related with sex and erotism. The best way to learn about a topic is to try to explain it.
Laura is Sex & Relationship Therapist and

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